Tailandia

No hay ningún país del sureste asiático que albergue tanta cantidad de testimonios históricos como Tailandia, de manera que éste es el lugar idóneo para las personas interesadas en ruinas, templos y ciudades desiertas. Si el viajero consigue hacer caso omiso de los acechantes hoteles multinacionales, las islas y playas tailandesas son un auténtico paraíso terrenal. En cuanto a las maravillas urbanas, la enorme metrópoli de Bangkok, con su energía y sus tesoros culturales, a pesar de su imponente tamaño y del caos reinante, suele seducir de tal manera a los visitantes que no resulta difícil obviar el espeso gasóleo evaporado que en la ciudad llaman aire.


Tailandia es un país por el que se puede viajar fácilmente: posee un transporte eficaz, un alojamiento asequible y una gastronomía exquisita. Los tailandeses son famosos por su amabilidad y hospitalidad con los desconocidos. A pesar de que se los define como unos juerguistas despreocupados, también se caracterizan por su carácter decidido y han luchado durante siglos para preservar su independencia. Si te interesa Tailandia y quieres viajar por allí puedes ver más información al final de las fotos.













































































Información Práctica
Nombre oficial: Reino de Tailandia
Superficie: 517.000 km²
Población: 62.000.000 hab.
Capital: Bangkok (6.000.000 hab.)
Nacionalidades y etnias: 75% tailandeses, 11% chinos y 3,5% malayos, además de las minorías mon, khmer, phuan y karen
Idioma: tailandés 
Religión: 95% budista y 4% musulmana
Régimen político: monarquía constitucional
Jefe de Estado: rey Bhumibol Adulyadej
Primer Ministro: Surayud Chulanont 

PIB: 166 billones de dólares
PIB per cápita: 2.168 dólares
Crecimiento anual: 3,5%
Inflación: 2%
Principales recursos económicos: ordenadores, prendas de vestir, circuitos integrados, piedras preciosas y joyas
Principales socios comerciales: ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático), Estados Unidos y la Unión Europea

Visados: Prácticamente todos los viajeros pueden permanecer en Tailandia durante 30 días sin visado.
Condiciones sanitarias: SIDA, cólera, fiebre dengue, encefalitis japonesa B, malaria y rabia.
Hora local: GMT+7
Electricidad: 220 V, 50 Hz
Pesos y medidas: sistema métrico, con variaciones locales
Turismo: 8,5 millones de visitantes en 1995



Cuando ir
El mejor momento para visitar la mayor parte de Tailandia es entre noviembre y febrero; durante estos meses, llueve menos y no hace tanto calor. La mejor época para visitar el sur del país es cuando el resto de Tailandia soporta temperaturas realmente sofocantes (de marzo a mayo); el norte es mejor visitarlo desde mediados de noviembre hasta principios de diciembre, o cuando regresa el calor, en febrero. Si se visita Bangkok, conviene estar preparado para abrasarse en abril y empaparse en octubre, probablemente los peores meses de la capital en lo que concierne al clima. Los meses de más afluencia turística son diciembre y agosto; los más tranquilos, mayo, junio y septiembre.

Fiestas y Celebraciones
Muchas fiestas están relacionadas con rituales budistas o brahmanes y se rigen por el calendario lunar. El año nuevo, Songkran, se celebra a mediados de abrilbañando las imágenes de Buda, rociando las manos de monjes y mayores con agua como forma de reverenciarlos y, en general, lanzando líquido elemento al aire por pura diversión. Si no se quiere terminar empapado, lo mejor será quedarse en la habitación del hotel. El cultivo del arroz han ocasionado un ciclo de festividades: a principios de mayo, para dar por inaugurada la estación oficial de la plantación del arroz, el rey participa en un antiguo ritual brahmán en un gran campo situado en medio de la ciudad de Bangkok. Al noreste del país se celebra un festival de cohetes: en él se convence al cielo de que envíe lluvia para la nueva estación utilizando una mezcla volátil de bambú y de pólvora. Durante la cosecha del arroz, que comienza en septiembre y dura hasta mayo, aparecen una serie de alegres festejos locales por toda Tailandia. El festival vegetariano de Phuket y Trang, durante el cual los devotos budistas chinos sólo comen comida vegetariana, dura nueve días, desde finales de septiembre hasta principios de octubre. Las formas de expresión más llamativas de esta fiesta son las procesiones, aunque también pueden verse ceremonias en los templos chinos. En noviembre, es famoso elRodeo de elefantes de Surin

Moneda y precios
Moneda
baht

Comidas
· Presupuesto bajo: entre 90 y 180 bahts
· Presupuesto medio: entre 180 y 300 bahts
· Presupuesto alto: a partir de 300 bahts
Alojamiento

· Presupuesto bajo: entre 130 y 650 bahts
· Presupuesto medio: entre 650 y 2570 bahts
· Presupuesto alto: a partir de 2570 bahts

Es fácil desplazarse por Tailandia con un presupuesto diario de 650 bahts. Los visitantes que se alojen en hoteles cómodos y coman en restaurantes necesitarán de 750-1250 bahts al día si se encuentran fuera de Bangkok, y el doble de esta cantidad si visitan la capital. Los turistas que dispongan de un presupuesto más holgado pueden gastar a gusto en Bangkok, ya que la capital cuenta con algunos de los hoteles más lujosos del mundo. El gasto se verá restringido por la escasez de alojamiento de lujo y de restaurantes de calidad en las rutas menos conocidas.

Los bancos y las casas de cambio legales ofrecen el mejor cambio. Los dólares estadounidenses son la moneda más fácil de canjear, aunque los cheques de viaje consiguen un mejor cambio que el efectivo. Cada vez se aceptan más las tarjetas de crédito en tiendas importantes, restaurantes y hoteles. La más útil es la tarjeta Visa, seguida de la MasterCard. Los cajeros automáticos, que aceptan Visa y otras tarjetas de crédito, se encuentran fácilmente en las grandes ciudades, y muchos puestos de cambio proporcionan adelantos en efectivo de tarjetas de crédito.

No es costumbre dejar propina en Tailandia, aunque los tailandeses están habituados a hacerlo en los hoteles de mayor categoría. El regateo sí es una práctica común en mercados, tiendas turísticas y taxis sin taxímetro. Se recomienda comportarse como si se tratara de una costumbre social y no de una cuestión de vida y muerte

Que ver

Bangkok

Para disfrutar de una de las ciudades asiáticas más apasionantes, hay que soportar atascos monumentales, contaminación, inundaciones anuales y un calor bochornoso, pero merece la pena. Desde finales del siglo XVIII, Bangkok ha dominado la jerarquía urbana de Tailandia, así como su vida política, comercial y cultural.

Bangkok se emplaza al este del río Chao Phraya, y la línea ferroviaria más importante, que va de Norte a Sur, divide la ciudad en dos partes: el viejo Bangkok, donde se encuentran casi todos los templos más antiguos, brilla en la parte delimitada por el río y el tren; el nuevo Bangkok, mucho más grande que la parte antigua, que alberga los principales distritos comerciales y turísticos (que han ocasionado un crecimiento urbano caótico) y se encuentra al este de la línea del ferrocarril.

Para ser una ciudad de semejante tamaño, Bangkok sorprende al turista por su cantidad de espacios tranquilos. A escasos pasos de una ruidosa calle, flota la calma de uno de los 400 wats (templos-monasterios) o de algún rincón cercano al río. Los monumentos imprescindibles son el Wat Phra Kaew, el Gran Palacio, el Wat Pho y el Wat Traimit. Este último es el Templo del Buda de Oro, y acoge una impresionante imagen de tres metros de altura y cinco toneladas y media de este metal. La Casa de Jim Thompson, el empresario de la seda, es un paraíso de arte y arquitectura tradicional tailandesa. Thompson, un expatriado estadounidense, fue comisario y promotor incansable de la cultura tailandesa hasta su misteriosa desaparición en 1967.

Otras atracciones interesantes son el mercado flotante Wat Sai, en Thonburi; los paseos en barco por la extensa red de canales (klongs); la Granja de Serpientes Saovabha Institute, y el célebre Hotel Oriental.

El ocio incluye desde la danza clásica y el boxeo tailandés hasta los desafortunados bares go-go de Patpong. Para entregarse a una diversión alternativa por la noche, hay que adentrarse en los mercados nocturnos detrás de la calle Ratchaprarop, en Pratunam. Bangkok es un buen sitio para ir de compras, siempre que uno no se exceda y adquiera demasiadas camisetas e imitaciones de ropa de diseño. Es el lugar perfecto para equiparse de prendas económicas para el viaje, o incluso para adquirir ropa elegante.

El lugar más concurrido por los viajeros de bajo presupuesto es la calle Khao San, en Banglamphu, pero la zona de los alrededores de la calle Sukhumvit ofrece una mayor selección de hoteles de precio medio. Los mejores sitios para comer por poco dinero son Banglamphu y el barrio vecino de Thewet. Para disfrutar de un paseo por la ciudad y de su vida cotidiana, hay que dirigirse a Chinatown y Pahurat, los distritos del mercado chino e indio, de gran actividad.

Como cabe esperar en uno de los principales centros asiáticos de transporte, llegar a Bangkok o salir de él es toda una aventura. Todas las grandes rutas de autobús y de tren de Tailandia terminan en esta ciudad, que es, asimismo, un lugar donde conseguir interesantes ofertas para viajar local o internacionalmente. Los viajes por río o por el canal son mucho más aconsejables que el transporte por carretera, aunque el asfalto se convierte en cada vez más ocasiones en la única opción disponible.

El sistema de autobuses de Bangkok es bastante fácil de utilizar, pero la escasa fluidez que experimenta el tráfico en esta ciudad (una media de 13 kilómetros por hora en la hora punta) impide que éste sea un sistema eficaz. Casi todos los taxis tienen taxímetro y no son muy caros. Los tuk-tuks(triciclos motorizados) no son mucho más asequibles, pero cuentan con la arriesgada ventaja de poder abrirse paso entre el caos del tráfico. La mejor conexión con el aeropuerto es el tren, ya que sólo tarda media hora en comparación a las tres del autobús o el taxi.Nakhon Pathom

Nakhon Pathom, a 60 km al oeste de Bangkok, está considerada la ciudad más antigua de Tailandia. Acoge el Phra Pathom Chedi, una construcción budista de tejas color naranja que ostenta el título de la más alta del mundo (127 m). La edificación primitiva, en la actualidad enterrada bajo la enorme cúpula naranja, fue erigida por los budistas Theravada en el siglo VI. El Chedi ha aguantado varias encarnaciones en manos de restauradores khmer, birmanos y chinos. Hay un mercado flotante cerca de la zona, en el Khlong Damnoen Saduak.Ayuthaya

Las ruinas de los templos de Ayuthaya, del siglo XVI al XVIII, a 86 km al norte de Bangkok, datan de la época más floreciente de la historia tailandesa. Ayuthaya fue la capital del país desde 1350, y aquí reinaron 33 reyes de dinastías siamesas, hasta que los birmanos conquistaron la ciudad en 1767. La vieja capital era, a los ojos de todo el mundo, una ciudad magnífica que fue cortejada por mercaderes holandeses, portugueses, franceses, ingleses, chinos y japoneses. A finales del siglo XVII, la población de Ayuthaya había alcanzado el millón de habitantes, y todos los visitantes extranjeros declaraban que se trataba de la ciudad más señorial que habían visitado nunca.

El conjunto arquitectónico de Ayuthaya ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. La formidable lista incluye el Wat Phra Si Sanphet, del siglo XIV, el más grande de Ayuthaya de su tiempo, que albergó un Buda de pie de 16 metros cubierto por 250 kilos de oro. Desgraciadamente, los conquistadores birmanos lo fundieron. El monumento del siglo XVI, Wat Phra Meru, con forma de fortaleza, se salvó de la destrucción en 1767 y posee un impresionante techo de madera tallada, un espléndido Buda de seis metros, sentado y con corona, de la época Ayuthaya, y un Buda de piedra verde de Ceilán, posando en una silla al estilo europeo, fechado en el año 1300. El Wat Phra Chao Phanan Choeng fue posiblemente construido por los khmer a principios del siglo XIV, antes de que Ayuthaya se convirtiera en capital. Contiene una imagen de Buda de 19 metros muy reverenciada, de la que proviene el nombre de este wat. Un kraal de elefantes restaurado supone el alivio necesario para el que esté cansado de visitar templos. La enorme estacada de madera, construida con troncos de teca clavados en el suelo con un ángulo de 45 grados, se empleaba antiguamente para el rodeo anual de elefantes salvajes. El Rey disponía de un pabellón elevado especial, construido de manera que desde él pudiera disfrutar al máximo de tan emocionante evento.

De la terminal norte de Bangkok parten con bastante frecuencia autobuses diarios hacia Ayuthaya, que tardan unas dos horas en llegar. Los trenes, un poco más rápidos, salen con suficiente asiduidad de la estación de Bangkok, Hualamphong.Chiang Mai

La segunda localidad más grande de Tailandia, que representa la puerta que conduce al norte del país, se fundó en 1296. Todavía en la actualidad se puede ver el foso que rodeaba la ciudad original. Existen unos trescientos wats, entre los que se incluyen elWat Chiang Man, que alberga el Buda de cristal de diez centímetros y con una antigüedad de 1.800 años; el Wat Phra Singh, construido según el clásico estilo del norte de Tailandia, y el Wat Chedi Luang, parcialmente derrumbado por terremotos, cañonazos e intentos de restauración. El Doi Suthep, considerado uno de los wats más sagrados de Tailandia, se eleva, con sus 1.676 m, al oeste de la ciudad, constituyendo un paisaje espectacular y proporcionando unas preciosas vistas panorámicas de la ciudad.

La Chiang Mai moderna es una ciudad donde el viajero se sentirá a gusto y no se encontrará con problemas. Es famosa por sus restaurantes y, además, cuenta con numerosas buenas pensiones (si bien sus cajas de seguridad no lo son tanto). Comparado con Bangkok, las noches de Chiang Mai son tranquilas, y propicias para pasear relajadamente por el Bazar Nocturno del centro. Para sacar el máximo provecho al dinero, hay que regatear con paciencia pero sin piedad: así lo dicta la costumbre. Una vez abandonada la actitud de guerrero de mercado, Chiang Mai es una buena base para el senderismo de montaña. Casi todas las casas de huéspedes anuncian excursiones para visitar las tribus de las montañas que viven en las zonas colindantes. Si uno tiene escrúpulos y prefiere no entorpecer la forma de vida de estas personas, es conveniente abstenerse de tomar parte en estas excursiones. Esta zona de Tailandia está excesivamente explotada por los amantes del senderismo, y algunos de los poblados de las tribus se han convertido en algo así como zoológicos humanos.

Chiang Mai está conectado por aire con otras ocho ciudades tailandesas y con unas cuantas ciudades asiáticas. Una gran cantidad de servicios de autobuses realizan el trayecto de diez a doce horas desde Bangkok. Los trenes rápidos desde Bangkok a Chiang Mai tardan entre doce y trece horas.Ko Samui

Esta bella isla del sureste tailandés está cubierta de plantaciones de cocoteros y rodeada por playas de palmeras, aunque parezca un tópico. Antaño fue la meca aún sin explotar de los mochileros, pero en estos momentos está a punto de convertirse en miembro de pleno derecho del club de los complejos turísticos. El coco sigue siendo en la actualidad el pilar de la economía local.

Las playas más populares son Hat Chaweng y Hat Lamai ; en ambas se puede disfrutar de un buen baño y del buceo con tubo, pero cada vez están más llenas. Si se busca un poco más de paz y tranquilidad, conviene dirigirse a Mae Nam, Bo Phuty Big Buddha, en la costa norte. La ciudad principal de la isla es Na Thon.

Muchas de las playas disponen de bungalows rústicos, pero es difícil conseguir alojamiento en temporada alta, de diciembre a febrero y de julio a agosto. La mejor época para visitar la isla es durante la estación cálida y seca, entre febrero y junio. Desde Bangkok, hay vuelos que se dirigen al aeropuerto Don Sak de Ko Samui. Algunas compañías navieras de barcos rápidos y barcos a propulsión operan desde Surat Thani; los barcos rápidos tardan dos horas y media, y los barcos a propulsión una hora y media. Los transportes locales son los songthaews, aunque en algunos lugares se pueden alquilar motocicletas.

La vecina del norte de Ko Samui, Ko Pha Ngan, es más tranquila, y sus playas son igualmente buenas; en ellas también se puede disfrutar con el submarinismo con tubo. A los mochileros les gustan mucho las famosas fiestas playeras de Hat Rin, aunque la policía local, lamentablemente, no es de la misma opinión. Esta isla está a media hora en barco de Ko Samui.Phuket

Phuket, apodada por la industria del turismo la "Perla del Sur", es la isla más grande de Tailandia y se encuentra en el mar de Andaman, en la costa del suroeste del país. La isla está conectada con tierra firme por un puente, pero ha mantenido su propia cultura, resultado de la fusión de las influencias chinas y portuguesas combinadas con la cultura de los chao naam, un pueblo marinero indígena. Aproximadamente el 35 por ciento de la población de la isla son tailandeses musulmanes.

Los terrenos abarcan desde playas rocosas y arenosas de grandes extensiones hasta acantilados de piedra caliza y colinas boscosas. La isla alberga también hermosas playas, vegetación tropical y se respira un ambiente relajado y agradable, pero su medio ambiente y ecología están sufriendo la presión de un desarrollo irresponsable y excesivo. Los complejos más importantes son Patong, Karon yKata, aunque las mejores playas están dispersas por toda su extensión. Las carreteras parten desde Phuket Town, al sureste de la isla, lo que convierte a esta población en el punto de partida idóneo desde el que explorarla. No hay que menospreciar la zona interior, que cuenta con arrozales y plantaciones de caucho, anacardos, cacao, piñas y cocos, así como con el último reducto selvático de Phuket.

Existen muchos vuelos a Phuket desde Bangkok. Los autobuses de primera clase, dotados de aire acondicionado, tardan unas catorce horas en llegar a la isla desde la capital. Los transportes locales son los songthaews, que funcionan por muchas playas de la isla, y también pueden encontrarse taxis-motocicleta. Se pueden alquilar motos y todoterrenos. Cabe recordar que una ley que se aprobó en 1996 obliga a llevar casco cuando se va en moto, por lo que es conveniente asegurarse de que la compañía de alquiler proporciona uno; la multa por incumplirla es de 500 baht.

Actividades
Las dos costas y las innumerables islas de Tailandia atraen a cantidades ingentes de amantes de los deportes acuáticos. El submarinismo y elsubmarinismo con tubo son muy populares en las zonas de Phuket y Pattaya, y también en las islas de Similan y Surin. Las islas de la provincia de Chumphon, al norte de Surat Thani, están menos explotadas, y los arrecifes son prácticamente vírgenes. Una de las actividades cada vez más populares es el paseo con canoa inflable por las islas y las formaciones de roca caliza de la costa que rodea Phuket y Ao Phang Nga. En estas rutas, se buscan cuevas sumergidas para que el viajero pueda entrar remando cuando la marea está baja. También se puede hacer rafting por el río Mae Klong, que está situado en la provincia de Kanchanaburi, en el centro de Tailandia, y en el río Pai, en la provincia de Mae Hong Son.

El mayor atractivo del norte de Tailandia lo constituye su naturaleza virgen. El centro principal de senderismoes Chiang Mai, en una zona montañosa habitada por diversas tribus, aunque también pueden encontrarse zonas de senderismo cerca de Mae Hong y Chiang Rai. Los ciclistas prefieren el terreno llano y el exuberante paisaje de la zona del río Mekong, en el norte y noreste de Tailandia.

La meditación es una actividad que requiere menos esfuerzo físico y que goza de gran popularidad entre todos los que visitan Tailandia. Existen docenas de templos y centros de meditación esparcidos por todo el país, que aceptan visitantes que estén realmente motivados. La enseñanza y el alojamiento son gratis, aunque se espera recibir donaciones. En Bangkok, Chiang Mai y Chachoengsao, entre otros lugares, pueden encontrarse centros de enseñanza en inglés. Los que prefieran dirigir sus energías hacia fuera pueden seguir cursos de boxeo tailandés en Bangkok y en Naklua, al norte de Pattaya. Se debe tener en cuenta que el entrenamiento es duro y requiere una dedicación absoluta. Chiang Mai también se ha convertido en un centro de clases de cocina tailandesa y de masaje tradicional

Historia
Se cree que una de las primeras civilizaciones de Tailandia fueron los mons, que habitaban en el centro y aportaron la cultura budista del subcontinente indio. En el siglo VIII adquirió mayor importancia el estado de Srivijaya, con población originaria de Sumatra, que se expandió desde el Norte. Los khmers, por otra parte, procedían del Este y dominaron el país desde el siglo IX hasta el XI. Los thai de Nan Chao, que procedían del sur de China, derrotaron a los khmers en el siglo XIII y crearon el reino de Sukhothai y, más tarde, los centros de Chiang Mai y, especialmente, Ayuthaya.

Los birmanos invadieron Siam, antigua denominación del país, en el siglo XVI, conquistaron Chiang Mai y destruyeron Ayuthaya. Poco después, los tailandeses expulsaron a los birmanos. Otra nueva ofensiva volvió a encarnizarse con Ayuthaya en el siglo XVIII, pero Tailandia pudo de nuevo salir a flote y la capital se trasladó a Thonburi. En 1782, el rey Rama I fundó la actual dinastía Chakri, y la capital volvió a trasladarse a Bangkok.

En el siglo XIX, Siam conservaba su independencia al deshacerse hábilmente de un poder europeo tras otro, y muchos de sus soberanos habían apostado por el progreso y la modernización del país. En 1932, un golpe de Estado pacífico convirtió el país en una monarquía constitucional y, en 1939, Siam pasó a ser Tailandia. Durante la II Guerra Mundial, el gobierno tailandés se alió con Japón y permitió a sus tropas ocupar el país. Después de la guerra, Tailandia estuvo dominada por los militares y experimento algo más de veinte golpes de Estado y contragolpes, con intervalos breves de democracia. Después de que, en 1962, la revolución comunista triunfara en el norte del país, Estados Unidos colaboró con el gobierno de Bangkok, contribuyendo a reforzar el ejército y la policía y estableciendo bases militares, que fueron evacuadas en 1976. De este modo, Tailandia se encontró cada vez más comprometida en el conflicto vietnamita, igual que poco antes había sufrido numerosos roces con Camboya.

Las elecciones democráticas de 1979 otorgaron al país algo de estabilidad y prosperidad, ya que el poder pasó de manos de los militares a las de la élite de los negocios. Más tarde, el golpe militar de febrero de 1991 expulsó al gobierno de Chatichai Choonhaven; sin embargo, las sangrientas manifestaciones de mayo de 1992 dieron lugar a la rehabilitación de un gobierno civil, presidido por Chuan Leekpai. Esta coalición fracasó en mayo de 1995 por un escándalo sobre la reforma de la tierra, pero el nuevo primer ministro, Banharn Silpa-Archa, no lo hizo mucho mejor. Apodado el Cajero Automático Andante por la prensa tailandesa, se vio obligado a renunciar a su cargo un año más tarde, después de una avalancha de escándalos. Su sucesor, Chavalit Yongchaiyudh, ex general y antiguo diputado, capitaneó una dudosa coalición hasta finales de 1997, cuando el prágmatico veterano Chuan Leekpai volvió a tomar las riendas. Los cínicos tailandeses dirán que, a pesar de todos estos vaivenes de líderes, las cosas nunca cambian. La costumbre extendida de comprar los votos y la inamovible corrupción se burlan de la democracia y, hasta que esto no se rectifique, las reivindicaciones a favor de la democracia y la estabilidad política en Tailandia seguirán tan vivas como siempre.

En 1997, el baht tailandés se desplomó, arrastrando estrepitosamente la economía del país y muchas otras del sureste asiático. En agosto, el Fondo Monetario Internacional intervino con un paquete de medidas de austeridad que, a pesar de ralentizar de forma espectacular el desarrollo de Tailandia y de hacer a los pobres aún más pobres, parece que consiguió darle la vuelta a la tortilla a principios de 1998. Con la llegada del siglo, la economía tailandesa ha detenido su caída libre, pero la reconstrucción del país no ha hecho más que comenzar. También parecen vislumbrarse serios indicios de erradicación de la corrupción, pero los más afectados por la pobreza en Tailandia miran con recelo estas promesas y las campañas reformistas.

Recientemente, el relativamente nuevo partido Thai Rak Thai (Patriotas de Tailandia), liderado por Thaksin Shinawatra, emergió con fuerza en la política tailandesa, y muchos diputados se unieron a sus filas. En las elecciones parlamentarias de enero de 2001, Thai Rak Thai derrotó al primer ministro demócrata y formó una coalición de gobierno en las primeras elecciones bajo una nueva Constitución creada con el objetivo de reducir el fraude electoral. No obstante, las acusaciones de corrupción hicieron que la Comisión Electoral tuviera que repetir la votación en 62 distritos electorales.

En 2003, la industria sufrió una gran crisis debido a la repercusión de la neumonía atípica (SRAS) que padecieron algunos paises asiáticos, sin embargo no hubo casos de esta enfermedad en el país.

En 2004, como consecuencia del tsunami hubo miles de víctimas en las zonas más turísticas del país.

Cultura
Las dos vacas sagradas de Tailandia son la monarquía y la religión: los tailandeses lo toleran todo, siempre que no se insulte a ninguno de estos dos estamentos. La religión dominante del país es el budismo, por lo que resulta muy común encontrarse con monjes vestidos de naranja y budas de oro, mármol y piedra. El tipo de budismo que prevalece en Tailandia es el de la escuela Theravada, que hace hincapié en el potencial del individuo para alcanzar el nirvana sin la ayuda de santos o gurús. La visita a uno de sus templos implica entrar correctamente vestido: nada de pantalones cortos y camisetas.

El tailandés es un idioma complicado que dispone de un alfabeto propio pero, aunque sólo sea por pura diversión, merece la pena aprender un par de palabras. La mayor dificultad de la lengua tailandesa radica en que es una lengua tonal: una misma palabra puede pronunciarse con un tono creciente, decreciente, alto, bajo o medio y, en teoría, ¡puede tener cinco significados!

El arte tailandés, basado en la escultura y arquitectura, se divide en numerosos estilos históricos, que son los siguientes: el Mon (siglos VI-XIII), el Khmer (siglos VII-XIII), el Peninsular (siglo VIII-XIV), el Lan Na (siglos XIII-XIV), el Sukhothai (siglos XIII-XV), el Lopburi (siglos X-XIII), el Suphanburi-Sangkhlaburi (siglos XIII-XV), el Ayuthaya A (desde 1350 hasta 1488), el Ayuthaya B (desde 1488 hasta 1630), el Ayuthaya C (desde 1630 hasta 1767) y el Ratanakosin (desde el siglo XIX hasta nuestros días). Otras formas artísticas son la música clásica tailandesa y la danza teatral.

La gastronomía tailandesa es picante y muy condimentada, sazonada con muchísimo ajo y chiles y una mezcla peculiar de zumo de lima, hierba limonera y cilantro fresco. Otros ingredientes habituales son: galanga, albahaca, cacahuetes molidos, zumo de tamarindo, jengibre y leche de coco. El pilar de los platos tailandeses son las salsas de pescado, la pasta de camarones y, por supuesto, el arroz, que se come prácticamente con todo. Los platos principales de esta cocina incluyen el guisado de pescado picante y agrio, el curry rojo y verde, y varios platos de tallarines y sopas. La comida tailandesa se adereza con una gran variedad de condimentos y salsas, y cacahuetes fritos, pollo, jengibre en rodajas, pimientos y rodajas de lima son algunos de los aperitivos y tentempiés que se sirven. Otro manjar lo constituye la gran variedad de frutas que ofrece la tierra, tanto frescas como en zumo. El zumo de azúcar de caña y, si se desea algo más fuerte, el whisky de arroz son las bebidas favoritas locales.

Como moverse
Thai International posee una red de vuelos nacionales bastante útil, aunque en junio de 2000 el grupo perdió a uno de sus miembros, Angel Airlines Co; la segunda compañía tailandesa de transporte aéreo retiró de las rutas aéreas a todos sus aviones debido a una gran reestructuración de la empresa. De todas formas, los viajeros prefieren el excelente servicio de trenes y autobuses.

Los autobuses son increíblemente rápidos y cuentan con un buen servicio y aire acondicionado. Los trenes son cómodos, puntuales, frecuentes, bastante lentos y con precios asequibles. En Bangkok y otras capitales de provincias, se pueden alquilar coches, todoterrenos o furgonetas. Las motos se arriendan en las principales ciudades y centros turísticos.

Los taxis, tuk-tuks (triciclos motorizados), samlors(triciclos a pedales) y songthaews (pequeñas furgonetas) representan el transporte local. En Bangkok, la mayoría de los taxis disponen de taxímetro, y lossongthaews suelen realizar una ruta establecida, pero el precio de samlors, tuk-tuks y taxis fuera de Bangkok tiene que ser negociado antes de la partida. Una característica insólita del transporte público tailandés son los autobuses exclusivos para mujeres, que se volvieron a poner en circulación en junio de 2000 en un intento de proteger a las pasajeras del acoso sexual y del robo

Como llegar
El inconveniente de volar a Bangkok es su alto precio, dependiendo del lugar de origen; sin embargo, una vez que uno está allí, puede comprar un billete de vuelta muy económico. Gran cantidad de compañías aéreas aterriza en Don Muang, la principal terminal del aeropuerto de Bangkok. La sobrecontratación es la tónica general en los vuelos de entrada y salida del país; para evitarlo, conviene confirmar el siguiente vuelo nada más aterrizar. Las tasas de salida del país son de unos trece dólares, pero los que permanezcan menos de doce horas están exentos de este pago.

El viaje por tierra desde Malasia también es bastante popular; hay cuatro pasos fronterizos entre Malasia y Tailandia: dos en la costa occidental, uno en el centro y otro en la costa oriental. No es posible viajar directamente en ferrocarril de Kuala Lumpur o Singapur a Bangkok, pero en Pedang Besar se puede atravesar la frontera malayo-tailandesa en expreso, lo que a menudo implica pasar la noche en Butterworh (Malasia) para poder hacer cómodamente las conexiones ferroviarias. El lujoso Eastern & Oriental Express sí realiza el trayecto directo desde Bangkok hasta Singapur, pero semejante privilegio puede costar más de mil dólares.

Existen muchos puntos para pasar de Tailandia a Myanmar (Birmania), Laos o Camboya, pero (al menos oficialmente) no son muy utilizados. Los extranjeros están autorizados a atravesar el Mekong en transbordador entre Tailandia y Laos por varias zonas del río.

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