DIA 17 - BALI – SANUR – JAVA - YOGYAKARTA



Nos despertamos y el día ha amanecido algo nublado, aunque parece que se despeja poco a poco. Nuestra querida amiga Putu, la señora que nos alquiló el coche y que nos ha llamado no sé cuántas veces porque no se entera de nada, nos espera en el Aeropuerto Internacional de Bali, Ngurah Rai, a unos 13 km de Denpasar. Decidimos ir con tiempo porque como ya sabéis los atascos en Bali son memorables. Finalmente le entregamos el coche sano y salvo y esperamos a que salga nuestro vuelo con Garuda hacia Yogyakarta, la capital cultural de Java, Indonesia.

Llegamos a Yogyakarta sin problemas. Aquí parece que la ciudad está un poco más estructurada, las calles son más anchas, hay centros comerciales más grandes y los hoteles tienen buena pinta. El nuestro, Novotel, la verdad es que está muy bien. Decidimos descansar un rato del viaje y lanzarnos a ver un poco el centro, la calle de Malioboro, antes que se haga muy de noche. 

Para ir al centro lo mejor es coger un becak, una especie de carrillo tirado por un hombre que va dando pedales. Algunos de estos personajes duermen directamente en el carro y dan un poquito de pena, además que no se les ve muy fuerte. El precio hay que regatearlo, pero no insistimos mucho, el trayecto es como un euro los dos al centro. La calle de Malioboro es una zona muy comercial y turística. Según llegamos nos engancho un hombre, que resulta que tenía un hermano estudiando en Madrid (una casualidad de la vida, pero seguro que tenía otro en Barcelona, otro en Valencia y donde haga falta…), que trabajaba como agente comercial para organizar excursiones a los templos de alrededor. Decidimos que por escuchar no se pierde nada y la verdad es que salió bien. Nos costó 85000 rupias (unos 7,5 euros) por persona la excursión a Borobudur y a Prambanan en una furgoneta prácticamente para nosotros solos. Tan sólo tuvimos compañía yendo a Borobudur, una pareja de alemanes muy simpáticos que estaban recorriendo durante 3 semanas Indonesia. Vamos todo un chollo, 15 euros tener todo un día completo al chófer y haciendo 100 kms! La entrada a los templos va a parte, eso es así en todos los sitios según la guía.

Tras reservar la excursión del día siguiente, dimos una vuelta por las tiendas y terminamos cenando en un Pizza Hut, pero muy adaptado a los gustos locales.








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